miércoles, 2 de enero de 2013

DORAEMON, EL GATO CÓSMICO


Comenzamos el 2013 con una serie de dibujos que nos acompaña desde 1979: Doraemon, el gato cósmico. Doraemon es un gato-robot azul que viene del futuro y tiene un bolsillo cuatridimensional en el que guarda artilugios de todo tipo. La misión de Doraemon en el siglo XX es ayudar a los descendientes de Novita haciendo que el niño cambie de hábitos y actitud, ya que a causa de sus errores su familia en el futuro vivirá en la pobreza.

El origen de la serie, el hecho de que Doraemon intente cambiar a Novita, es interesante ya que lo que realmente hace este gato cósmico es educarlo, una educación que va más allá de la que se da en el colegio, una educación para la vida. A pesar dela intención de Doraemon y supongo que la de la serie en general, no me parece que tenga mucho éxito en la educación de Novita ni tampoco que su influencia en los niños sea muy satisfactoria. Novita es torpe, vago y muy mal estudiante, y esto es algo que no cambia a lo largo de toda la serie, a pesar de los esfuerzos de Doraemon y las lecciones que le da la vida, el hecho es que no cambia.

El resto de personajes principales son Gigante, un típico abusón, y Tsuneo, su compinche. Novita mantiene una extraña relación con ellos en la que en unos episodios juegan como si fueran amigos y en otros todo lo contrario. Por otra parte, encontramos a un personaje antagónico de Novita: Shizuka. Por último, hay que mencionar a la madre de Novita que siempre lo manda a hacer recados y le regaña pòr las malas notas.

Los episodios de esta serie siguen siempre la misma estructura y tienen ligeras varianzas. Por lo general, a Novita le surge una necesidad, que normalmente es infundada, y Doraemon le proporciona un instrumento como solución. Novita hace un uso irresponsable de los artilugios que le da Doraemon y se mete en líos por lo que finalmente el gato cósmico tiene que ir en su ayuda.

Supongo que el lado positivo se encuentra como en casi todos los dibujos animados en la exaltación de la amistad. Al fin y al cabo siempre están para ayudarse los unos a los otros. Por lo demás, a mi en particular no me hace mucha gracia, ni ahora ni cuando era pequeña. El argumento, después de más de 1800 episodios, está ya bastante trillado pero, después de todo, el objetivo principal de la televisión es entretener.

2 comentarios:

  1. ¡Los pedagogos debemos ser Doraemons! qué frustrante es la educación... pobre Doraemon, siempre me daba más pena que Novita, y al final voy a acabar como él D: Oh dios, ¿que estoy haciendo con mi vida?
    Lo que pasa que siempre le cubre las necesidades a Novita y eso le ha generado una enorme dependencia. ¡Así cómo va a mejorar el chiquillo!

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  2. Pues a mí me encanta Doraemon, me inspira mucha paciencia con los Novitas de mi vida. Todos los sábados madrugo para poder verlo, al contrario que para ir al cole.

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