martes, 27 de noviembre de 2012

POCAHONTAS


Hoy os traigo una película de dibujos animados que a mí en particular me influyó mucho de pequeña. La he querido ver de nuevo para comprobar cuestiones que tenía naturalizadas al verla con tan corta edad.

Desde el principio de la película se nos presenta a John Smith, el capitán de un barco de colonos ingleses, como un héroe, guapo y un gran guerrero. El gobernador que los acompaña sólo está interesado en encontrar oro y aparece como un hombre bien vestido y rechoncho. Pocahontas es una chica alegre e infantil, es la hija de Powhatan, el jefe de la tribu india. Powhatan, es un hombre estricto y sabio, muy querido en la tribu. Kocoum está prometido de Pocahontas aunque ella lo encuentra demasiado serio, es un gran guerrero de la tribu.

Se ve que yo de pequeña era muy india o yo no sé, pero no recordaba la cantidad de barbaridades que se decían en esta película. Nada más empezar, los colonos ingleses ya tenían bastante claro que “nada entorpecerá su camino, ni mil salvajes sanguinarios”, les saludarán como “caballeros ingleses”, que no se yo que tiene de caballerosidad la matanza que pretendían llevar a cabo… Ellos llegan allí a reclamar “lo que es suyo” y a alcanzar la gloria, el éxito, es decir, el oro. Los colonos denominan a los indios como: ignorantes patanes, sucios ateos, salvajes, paganos insolentes, pieles rojas, bestias, bárbaros, seres inhumanos, perversos, traicioneros…

Los indios no se quedan muy atrás ya que ellos también luchan contra otras tribus “que pueden amenazar la seguridad del poblado”. En cuanto se enteran de la llegada de los ingleses, hacen ir a otras tribus amigas para que se unan en su lucha contra los colonos. Por otra parte ellos también utilizan calificativos para los colonos como: lobos hambrientos consumiéndolo todo a su paso, demonios blancos, sin piedad, faltos de verdad, que sólo quieren dominar…

Esta representación antagónica indígena/anglosajona se funde en una de las canciones (Bárbaros) en la que se unen cantando, unos en contra de otros, preparándose para la batalla. Total, ni unos eran tan buenos ni los otros tan malos, claro que unos tenían mejores razones para luchar que otros. La cuestión para mí se centra aquí en los prejuicios. Si todos “abrieran el corazón” como Pocahontas y John Smith les piden, si no se guiaran únicamente por las opiniones previas que tienen unos de otros, habrían podido hablar:

- Hola, venimos a por el oro
- Pues mira, no hay oro, lo siento
- Ah pues vale, no importa. 

Claro que los prejuicios existen y persisten por algo, y es que como ya dicen en la película “no es tan fácil”, las cosas no se arreglan hablando.

A lo largo de la película podemos ver dos historias paralelas muy significativas, lo que ocurre entre indios e ingleses que acaba al borde de una batalla, y lo que ocurre entre los animales de ambos bandos, que aclaran sus diferencias mucho más rápido que los humanos.

Cabe indicar que Pocahontas está basada en un hecho histórico, una historia real que por supuesto no es como nos la cuenta Disney; se trata solamente de una adaptación infantil.

Habría muchas cosas más que mencionar como estereotipos de género (podemos observarlos al principio, las chicas recolectando y los chicos guerreros pescando), diferencias culturales y religiosas (magia y naturaleza vs catolicismo), alguna que otra imagen política (los discursos del jefe de la tribu y del gobernador, la estructura jerarquizada de unos y otros)…

La película Avatar tiene muchas similitudes con Pocahontas, queda recomendada para mi compañero de blog Andrés, para poder así reflexionar en algo más que el antagonismo invasores e invadidos. Para acabar os dejo un vídeo de la canción más conocida de Pocahontas, en la que podemos encontrar la mayoría de los valores positivos que aparecen en la película, entre ellos la amistad, el amor por la naturaleza, la tolerancia…








2 comentarios:

  1. Pues más de un@ no vió esta peli de pequeñ@... cuánto trabajo queda por hacer y que pocos puestos!

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  2. Jajajaj Es que se sale un poco de la línea que sigue el resto de películas Disney, no sólo porque es una historia real, sino también porque no tiene un final típicamente feliz. Además tiene una mezcla extraña de situaciones maduras e infantiles que no ha sido demasiado aceptada.

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